Antes de las armas mismas, el principal insumo de las guerras es la mentira porque deriva a la euforia y a la convicción de que la muerte es solución única.

El mentiroso es el monstruo que decía Stevenson: nuestro lado siniestro empoderado.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

De estos días

ADIÓS A LA ÚLTIMA INTELECTUAL

De años idos